Las reservas de oro en China
Todos los países cuentan con reservas en sus bancos centrales. De esa manera no sólo resguardan la posibilidad de afrontar compromisos internacionales, también se aseguran que el valor de su moneda se mantenga fuerte. Si bien la mayoría de los países suelen contar con una determinada cantidad de moneda extranjera (que suele ser Dólar Norteamericano), también suelen contar con una cantidad de oro. Eso se debe a que debido a que su liquidez es alta y, ante un crisis financiera, puede utilizarse como garantía o venderse. En los últimos años, muchas naciones han comenzado a repatriar sus reservas de oro y hacerlas parte de sus bancos centrales, como es el caso de la República Popular China.
En el último año el gigante asiático sumó casi 100 toneladas de este metal precioso, haciendo que el Banco Popular de China cuente con una reserva de más de 2.000 toneladas. Además de repatriar el oro que se encontraba en diferentes reservas, China también hizo compró casi 6 toneladas del metal, aumentando las reservas disponibles en más de USD $7.500 millones en los últimos nueve meses.
El movimiento chino está en sintonía con las tendencias económicas mundiales: Desde principios de 2019, el oro aumentó su valor en un 19%. Este aumento se da por dos motivos: Por un lado, las mismas compras de este metal precioso que están haciendo diferentes países. Por el otro, la incertidumbre que generan escenarios como una posible recesión económica de los Estados Unidos y los diferentes conflictos comerciales que están ocurriendo alrededor del mundo. Según Goldman Sachs, una de las bancas de inversión más grandes del mundo, el precio actual del oro es el más grande que se registra desde 2013 y se espera que este aumento exponencial continúe en los próximos meses.
La posibilidad de una recesión económica de los Estados Unidos es el motivo por el cual muchos países intentan encontrar la manera de desatar su destino del Dólar. Varios países como China, Rusia y Polonia, entre otros, están sumando la mayor cantidad de oro a sus reservas para poder asegurar que sus activos no se desplomen en el caso de que la moneda norteamericana sufra un fuerte golpe.
La última gran recesión norteamericana sucedió en 2008, cuando la banca de inversión Lehman Brothers entró en quiebra y cesó sus operaciones financieras. A partir de ese momento, el mundo sufrió un impacto que alteró los destinos económicos de la mayoría de los países del mundo. A raíz de eso, China comenzó un plan de reestructuración para evitar las posibles pérdidas que pudieran provenir de la baja de exportación de diferentes productos. De la mano del presidente Hu Jintao, se impulsó un paquete de estímulo equivalente al 12% del PBI de ese año que permitió una expansión monetaria para fomentar el consumo privado y el impulso de diferentes proyectos de infraestructura. Esta medida significó una reforma total de la economía del gigante asiático, haciendo que las exportaciones pasen a ser apenas el 2% del ingreso anual y compensando la pérdida con el consumo interno. Gracias a estas medidas China no sólo evitó un impacto mucho mayor en su economía, también comenzó a perfilarse como la superpotencia económica que es hoy en día.
La compra actual de oro busca una mayor independencia de la economía norteamericana. De esta manera, el Banco Popular de China estaría atando sus reservas a un activo más estable y, en caso de que el Dólar pierda su valor, no tendría que considerar tomar medidas de reestructuración como la que se debió implementar en 2008. Además, un proceso de “desdolarificación” le permitiría seguir afianzando su posición ante los mercados internacionales, quienes podrían confiar en China en el caso de una crisis económica estadounidense.
Por ese mismo motivo, no es extraño que el otro país que estuvo invirtiendo en oro haya sido Rusia. El gobierno de Vladimir Putin está haciendo grandes compras de oro desde 2017, anticipándose a los posibles escenario que vinieran de la mano de la asunción de Donald Trump en la presidencia norteamericana. Desde ese momento el país euroasiático comenzó a aumentar sistemáticamente sus reservas; con una compra de alrededor de 7.500 de dólares, Rusia estaría contando con un estimado de más de 2.200 toneladas de este metal. Actualmente, Rusia tiene la quinta reserva mundial más grande de oro, detrás de los Estados Unidos, Alemania, el Fondo Monetario Internacional, Italia y Francia (China ocupa el sexto puesto). No sería extraño que Putin continúe esta política de abastecimiento de metal precioso por la misma razón que China.
¿Es posible una recesión en Estados Unidos? Expertos en la materia consideran que el constante crecimiento de la economía norteamericana es un indicio de ello. Si a esto se le suma el hecho de que los inversionistas prefieren comprar bonos a corto plazo y la guerra comercial con China por el porcentaje de las tarifas de importaciones, podemos sacar la conclusión de que los mercados internacionales no están confiando en el futuro económico estadounidense. El hecho de que el Consejo Mundial del Oro (WGC) calculó que bancos de todo el mundo hicieron inversiones por 374 toneladas de este metal precioso (por un valor de USD $15.700 millones) da la pauta de que se espera un duro impacto en los próximos meses.
Si bien el crecimiento de la economía china es mucho menor que en los últimos años, esto se debe a las medidas proteccionistas tomadas para evitar un peor impacto por las tarifas impuestas por Estados Unidos. Entre esas medidas se encuentra la reciente depreciación del Yuan, que terminó afectando sobre todo a economías como la de América Latina. Sin embargo, más allá de que la tasa de crecimiento varió a valores previos al 2008, hay una constante de crecimiento que no parece afectar a la economía interna.
China está tomando las medidas necesarias para que su gente tenga seguridades ante un panorama incierto en el plano económico mundial. Sea cuál sea el futuro inmediato, no hay dudas que las reservas de oro son el resguardo más importante para poder sobrepasar la tormenta.