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La magia y el misterio de la civilización china

De acuerdo con las empresas de turismo, los expertos en historia y los viajeros con experiencia, existen muchas razones para visitar China. Seguramente, esto se debe a su vasto territorio que parece ser infinito e imposible de recorrer en solo uno o dos viajes, como también a su cultura y civilización milenarias, a sus costumbres tan diferentes a la de los países de occidente y a su riqueza histórica. Por eso, con solo nombrar a este país se despierta la imaginación de cada uno de los viajeros que quieren recorrer el oriente.

El interés por la civilización china es histórico y surgió desde el primer momento que algunos exploradores de occidente lograron llegar hasta China, no solo por curiosidad sino también con una fuerte intención de conquista, que luego tuvo un propósito comercial. De hecho, se cree que los primeros comerciantes que llegaron a China fueron los radanitas o radhanitas (comerciantes judíos de la Edad Media) entre los años 500 y 1000, mientras la dinastía Tang estaba en el poder. Luego, en el siglo XII, la historia de la relación entre China y occidente comenzó a cambiar con la llegada de comerciantes como la familia a Polo. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVI que la llamada China moderna logró tener un contacto comercial más duradero con Europa.

Los historiadores de todo el mundo estudiaron y continúan estudiando la civilización china por ser una de las que más ha perdurado en la historia de la humanidad. El mismo Ministerio de Ciencia y Tecnología lanzó un proyecto especial de investigación hace aproximadamente ocho años para conocer la antigüedad de su civilización y descubrir algunos misterios históricos que hoy comenzaron a ser revelados.

Organización antigua de la civilización

Cuando escuchamos o leemos la frase “dinastía”, casi de inmediato pensamos en China. La primera organización política que se conoce de este país son las dinastías, que se caracterizaban por un gobierno con un emperador que heredaba su inmenso poder generalmente a su primogénito varón. Es necesario considerar que el país no siempre tuvo gobiernos centrales y que en varios momentos históricos el poder se compuso por diferentes reinos con sus propios monarcas.

Las dinastías de las que se tiene más datos históricos y que crearon el imperio (después de Cristo) surgieron en el siglo III (dinastía Qin, Han, Xin, de los Tres Reinos y la Jin), mientras que la última dinastía reinó hasta principios del siglo XX (la Qing o manchú, aunque la dinastía Ming todavía tenía cierto poder en el centro del país). Por otro lado, de acuerdo con las leyendas chinas y las propias creencias del pueblo, la dinastía Xia sería la primera dinastía que se creó mil quinientos años antes de Cristo.

El poder de las dinastías se deterioró en el siglo XX y dio paso a la llamada burocracia y al nacimiento de la República China que solo existió durante un periodo de aproximadamente treinta años, para terminar con la llegada al poder del comunismo en 1952.

El legado

La influencia de la civilización china no solo llegó a sus países vecinos a través de los ideogramas, las religiones, la filosofía y hasta en sus métodos de educación. El legado de esta cultura tan poderosa y rica, ha llegado a todas partes del mundo de distintas formas.

El uso de la seda, la brújula, el papel, el ábaco para realizar operaciones matemáticas, la acupuntura, la pólvora, la imprenta de terracota y los fuegos artificiales son solo algunos de los aportes prácticos que China ha ofrecido a toda la humanidad. Por otro lado, China sigue generando cambios en la ciencia, el arte y la tecnología que marcan las tendencias mundiales.

Un pasado que se manifiesta en el presente

Muchas de las situaciones que hoy vive China como país se originan en el pasado. Desde los problemas comerciales con EE. UU., hasta los inconvenientes que padecen por las malas relaciones con algunos vecinos, todo está documentado en su historia y el presente es una consecuencia casi natural.

EE. UU. y China están enfrentados en la actualidad porque según EE.UU., China no le permite vender productos en su territorio, mientras ellos si hacen lo contrario. Este desacuerdo comercial entre la civilización China y el mundo occidental comenzó aproximadamente en el siglo XIX, pero de forma opuesta. En ese momento los productos chinos debían pagar impuestos muy altos para ingresar en los mercados europeos.

Con relación a la relación de China con sus vecinos, los historiadores locales afirman que este país tiene una larga tradición de paz con los países vecinos. No sucedió lo mismo con los países que quisieron adueñarse de parte del territorio chino. Los yurchen, los mongoles y los manchúes en la antigüedad quisieron o lograron arrebatarle tierras. Hoy en día, todavía es un trofeo deseado, especialmente para vecinos como el gobierno de Coreo del Norte.

Asimismo, la civilización china ha sido el epicentro del desarrollo tecnológico asiático desde hace más de 100 años. Aunque esto puede parecer un poco extraño, la primera revolución en este campo fueron los operarios de las fábricas de hilo de seda, la mayoría eran mujeres, que eran explotados y trabajaban en condiciones pésimas pero que podían disponer de un salario por primera vez. Los herederos de esa clase trabajadora son hoy los operarios de las fábricas que producen tecnología de última generación en China y que comienzan a tener acceso a una vida un poco más digna, con la posibilidad de disfrutar de una variedad de productos que en el pasado no podían comprar.

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