Volver atrás

El Shenismo, la religión tradicional de China

Siendo una de las culturas más antiguas del mundo, China ha tenido una representación de religiones muy amplia. Si bien el confucianismo, el budismo y el taoísmo son algunas de las más representativas, a lo largo de su historia ha habido regiones que se volcaron al judaísmo, al islam o a las diferentes representaciones de la iglesia católica. Sin embargo, en el gran país asiático también se puede apreciar una práctica politeísta que aglomera diferentes aspectos de la fe china: La religión tradicional china, también conocida como Shenismo.

Esta religión politeísta proviene de la agrupación de diferentes creencias locales, creando un punto en común entre diferentes formas, rituales y fuentes provenientes de las diferentes regiones del país. Si bien se le rinde culto a diferentes deidades, también menciona a seres inmortales que adquirieron tal condición por su linaje o a acciones que hicieron a lo largo de su vida.

El término “shenismo” fue acuñado en la década del ‘50 por el antropólogo Allan J. A. Elliott. Se origina del término shen, que significa espíritu o deidad, y puede ser aplicado a cualquier religión del mundo. Los intelectuales chinos aceptan el término, pero consideran que Shenxianismo (religión de deidades e inmortales) es un término que mejor se adapta al culto.

 Se identifican al menos cinco maneras de practicar la religión tradicional china:

    Cultivación de la virtud personal

Se entiende esto como la transformación de una persona hacia la mejora personal mediante prácticas como la meditación, la respiración y los movimientos coordinados del cuerpo.  Se estima que, mediante esto, el practicante se va a convertir en una persona más completa y sabia, siendo la inmortalidad el objetivo final.

        Relacional

Es el énfasis en la relación entre los hombres y mujeres con sus semejantes y con los dioses. Se caracteriza por la promoción de eventos religiosos como celebraciones en los templos, peregrinajes a puntos sagrados y la toma de votos personales como sacrificio ante las deidades.

        Discursivo-escritural

Tiene que ver con la predicación, la composición y el recitado de textos sagrados. Entre estos se encuentran escrituras clásicas, taoístas y libros sobre la moralidad.

        Litúrgica

Son aquellos ritos que son realizados por personas que se hayan especializado en ellos. El feng shui y los ritos confucianos, nuo y taoístas son algunos de los más importantes.

        Práctica inmediata

Se trata de aquellas prácticas que proponen una eficacia rápida. Entre ella se encuentra la consulta con chamanes, el uso de piedras o talismanes, lectura de la providencia y adivinación del futuro de un individuo.

 El marco en el cual se agrupan las diferentes creencias se puede resumir en diferentes conceptos morales, teológicos y cosmológicos:

  • Tian: El cielo, que es la fuente más trascendente del significado moral.
  • Chi: La energía que mueve al universo mismo.
  • Jingzu: El respeto hacia la veneración de los antepasados.
  • Baoying: La moral hacia otras personas
  • Ming yun: La prosperidad o el destino de cada persona.
  • Yuanfen: Las relaciones y las posibilidades a futuro, sean buenas o malas.
  • Yin Yang: Los dos polos del universo. Yin suele representar la Tierra, lo pasivo y lo femenino. Yang, en cambio, es el cielo, lo activo y lo masculino

Se puede trazar los primeros orígenes de este culto en la Dinastía Han (206 a.C. - 220 d.C.), cuando las religiones se organizaban en she, altares comunitarios ubicados en cada pueblo o ciudad en donde se podían adorar dioses, inmortales o figuras históricas. En el Siglo III comenzó la entrada del budismo en China, por lo cual comenzaron a integrarse las procesiones de imágenes de dioses en carros, el culto a Ganesha y el uso de música y cantos.

En los años siguientes, la religión tradicional china ya había establecido sus templos y se había esparcido por todo el territorio, pero hacia finales del Siglo XIX, comenzó un proceso en el cual comenzó a perder importancia. Luego de las rebeliones Taiping (1850 - 1864) y Boxer (1899 - 1901), muchos de los templos fueron destruidos (algunos de ellos transformados en escuelas) y, durante la Invasión Japonesa (1937 - 1945), otros tantos sirvieron como barracas para soldados (con otro tanto siendo destruido durante el conflicto).

Los cultos populares eran regulados dentro del Imperio Chino, en ocasiones promoviendo a ciertas deidades y prohibiendo a otras. Pero, en 1904 comenzó un programa para confiscar los templos y promover la eliminación de las “supersticiones”, término con el cual se comenzó a la religión tradicional. 

Tras la caída del régimen imperial y la posterior urbanización y occidentalización del país durante el Siglo XX, esta antigua religión politeísta comenzó a ser deslegitimada por ser considerada un obstáculo supersticioso para la modernización del país. Los únicos cultos que se mantuvieron eran hacia personajes históricos, como Guan Yu, Yu el Grande y Confusio. El advenimiento de la República Popular de China en 1949 siguió haciendo hincapié en las medidas abolicionistas, siendo la Revolución Cultural de Mao Zedong (1966 - 1976) el último intento sistemático para socavarla.

Sin embargo, a finales de la década del ‘70 comenzó un rápido resurgimiento. El gobierno central optó por una política inspirada por el taoísmo: el wu wei, o “no interferencia”. Tanto las áreas rurales como las ciudades empezaron a tomar mayores decisiones, generando una dependencia mutua con el poder gubernamental.

Gracias a eso, la libertad de culto volvió a ser parte de la sociedad china y muchos de los templos que se había destruido en los últimos 100 años comenzaron a ser reconstruidos. La religión popular volvió a crecer, impulsada por una actitud positiva de parte del gobierno, permitiendo que el país tenga un renacer espiritual. Ahora, las imágenes y las imágenes de culto están integradas a los códigos de la antigua cultura china, considerando a la religión popular como parte de la tradición cultural. Actualmente no hay un número concreto de adeptos al shenismo. Se estipula que actualmente hay entre 390 y 880 millones de personas que lo practican, pero al ser una religión que tiene puntos en común con el taoísmo o el budismo es difícil diferenciar a quienes le rinden culto.

Suscribite para recibir las mejores ofertas!