China: el país con más ricos en el mundo

Si nos ponemos a considerar que China es uno de los países líderes en la revolución de las nuevas tecnologías, no es extraño que cada día haya más personas que hayan logrado hacer fortunas. Sin embargo, el poderío del gigante asiático quedó solidificado este año cuando desplazó a los Estados Unidos como el país con más ricos entre su población. Se estima que 100 millones de personas de nacionalidad china cuentan con ahorros superiores a USD $109.430, a comparación de los 99 millones de norteamericanos con la misma cantidad de dinero. Este número no es de extrañar, considerando que el Índice Bloomberg de Multimillonarios contabilizó que 38 de las 500 personas más ricas del mundo provienen de China.

Entre estos millonarios se encuentran personalidades ilustres como Jack Ma, el presidente de Alibaba (con una fortuna de USD $38.2 mil millones); Ma Huateng, fundador de Tencent Holdings (valorado en USD $36 mil millones) y Hui Ka Yan, presidente del Evergrande Group (que tiene alrededor de USD $27.7 mil millones).

Una investigación del banco Credit Suisse mostró algunos de los motivos por los cual China está generando más multimillonarios que su contraparte norteamericana. En ella, establece que el punto de orígen es cuando el país asiático dejó de ser una economía emergente a solidificarse como un participante activo en los mercados. Esta transformación es lenta, si se la compara con países de la Unión Europea o los mismos Estados Unidos, pero su constancia de crecimiento es la que permite que cada vez más hogares aumenten su riqueza. Por otro lado, el mercado inmobiliario se mantuvo en crecimiento cuando a finales de la década pasado sucedió la crisis de las hipotecas que impactó al resto del mundo.

Pensar en esta cantidad de multimillonarios en China hubiera sido impensado hasta hace algunos años. El Partido Comunista de China se oponía a cualquier tipo de riqueza personal ya que lo consideraba una práctica capitalista. Sin embargo, la reforma económica de 1978 fue vital para mejorar las condiciones económicas que se estaban viviendo en ese momento. Impulsada por Deng Xiaoping, la reforma permitió una política de puertas abiertas que facilitó la llegada de inversiones extranjeras al gigante asiático y apuntalar una economía que estaba en declive. Si bien muchas de estas medidas fueron reemplazadas o eliminadas con el tiempo, expertos consideran que el presente de la economía china tuvo sus primeras raíces en esos tiempos.

La lista de multimillonarios chinos tiene la particularidad de no mantenerse igual de un año al otro. Según Forbes, de las 106 personas que se habían convertido en millonarios en la lista de 2017, 51 la terminaron abandonando y 93% de las personas en la lista de las primeras 400 personas más ricas de China ya no son parte de la lista. Esto significa que obtener ganancias en China es posible, pero no es tan sencillo mantenerla a lo largo del tiempo. UBS, el banco de origen suizo, y la consultora PwC publicaron en 2018 un informe que detalla la explosión en la creación de multimillonarios y que los motivos por los cuales la gran mayoría pierde su capital en tan poco tiempo son las fluctuaciones del yuan, caída en las acciones, problemas crediticios o pujas comerciales, como está sucediendo con Estados Unidos y las tarifas comerciales.

En la última década, China se convirtió en un gigante de la tecnología gracias a empresas relacionadas con la tecnología. El gobierno de Xi Jinping propuso una serie de medidas que brinda beneficios fiscales para aquellas empresas que puedan ayudar a mejorar el estilo de vida de las personas. El mismo informe de UBS y PwC indica que el gigante asiático está viviendo una revolución industrial que se caracteriza por albergar negocios disruptivos que incluyen aspectos de industrias digitales, biológicas y de bienes materiales.

El epicentro de esta revolución se encuentra Shenzhen, la ciudad que alberga las sedes de las empresas tecnológicas que están en la cima de esta realidad. Lo que alguna vez fue una aldea pesquera, Shenzhen se benefició en 1980 cuando se la designó como zona económica especial en el afán de atraer a que diferentes industrias se establezcan en su territorio. El resultado inicial fue que muchas empresas de Hong Kong (en ese momento aún territorio británico) elijan establecerse en esa parte de China. Hoy en día, publicaciones especializadas en tecnología hablan de la ciudad como "el Silicon Valley del Hardware” y sus plantas de producción fabrican dispositivos que serán utilizados en todo el mundo. Corporaciones de todo el mundo tienen oficinas o emplean los servicios de empresas radicadas en esta parte de China, esperando ser parte de este movimiento cultural y tecnológico.

Huawei es una de las empresas que se encuentra en Shenzhen y cuenta con un complejo industrial llamado Ox Horn, dividido en 12 bloques y 108 edificios (algunos que recrean construcciones icónicas europeas). Se estima que de las 180.000 personas empleadas por esta empresa, 25.000 personas trabajan en este polo y 80 mil ocupan puestos relacionados con la investigación. Tan solo eso explica cómo esta empresa puede posicionarse en el mundo a la par de empresas como Apple o Samsung.

El proyecto de China para los próximos años no solo busca seguir en este proyecto de innovación, también está centrado en políticas internas que beneficien a toda su población. Se calcula que las reformas que impuso Deng Xiaoping a finales de la década del ‘70 logró que más de 700 millones de personas hayan salido de la pobreza. Fiel a los postulados del socialismo, el gobierno de Xi Jinping está buscando garantizar el acceso a la vivienda, de servicios esenciales, educación y a reducir significativamente las disparidades de sueldo.

La economía china espera seguir creciendo en los próximos años, a la par que sus empresas sigan liderando la revolución tecnológica. No sería de extrañar que en los próximos años se multipliquen la cantidad de multimillonarios en el gigante asiático, consolidando su posición como uno de los países más desarrollados del mundo.