Año nuevo Chino
Conocido también como la fiesta de la primavera,
el Año Nuevo Chino es una de las celebraciones más importantes de esta cultura.
Celebrado desde hace más de 4000 años, este festejo sucede cuando aparece la
segunda luna nueva tras el solsticio de invierno en China (en general, entre el
21 de enero y el 20 de febrero en el calendario gregoriano). La variación tiene
que ver con el calendario lunisolar en el cual se está basado; cada mes lunar
tiene una duración de unos 29,5 días, lo cual significa que en algunos meses
hay 29 días y en otros hay 30. Un año lunar tiene una duración de 354 días y 8
horas. Para compensar la diferencia con el calendario gregoriano, cada 2,7 años
se suma un mes más para recuperar el tiempo perdido, similar al año bisiesto de
la cultura occidental.
En la antigüedad, la gente consideraba al
ciclo de crecimiento del grano como un año completo, finalizando cuando este
maduraba. Durante la dinastía Xia (2070 a.C. - 1600 a.C.) y la dinastía Shang
(1600 a.C. – 1046 a.C.) se desarrolló el
Calendario Xia, el cual consideraba a los ciclos lunares como un mes y un año
como la suma de 12 meses. El primer día del año (Zheng Yue) se lo conoce como
Yuan Dan, pero no se estableció cual era la primer día del año hasta la era de
Wudi (156 a.C - 87 a.C.), durante la dinastía Han (202 a.C–9 d.C.) ya que cada
dinastía cambiaba el día de inicio del año.
Después de que cayera la dinastía Qing en
1911, se estableció la república de China y se acordó que el tradicional
calendario lunar se mantendría para la producción agrícola y el pueblo, mientras
que el Gregoriano sería el que utilizaría el gobierno, las fábricas y minas,
las escuelas y las organizaciones sociales. Para mantener la tradición, el
primer mes del día lunar se mantendría como la “Fiesta de Primavera”. Si bien
el 1 de Enero quedaría establecido como el nuevo Zheng Yue, las personas
seguían dándole más importancia al primer día del calendario lunar que el del
solar. El “año nuevo occidental” se hacen celebraciones, como un tradicional
concierto de orquesta y una cena para celebrar la llegada del nuevo año. Sin
embargo, el festejo más importante siguió siendo el que se da en la fecha
tradicional.
Se cree que comenzó a festejarse durante la
dinastía Shang (1766 a.C. - 1122 a.C.), aunque algunos historiadores creen que
puede haberse originado durante el reinado del emperador Yao (2333 a.C. – 2234
a. C.) o del emperador Shun (2233 a.C. - 2184 a.C.). La leyenda cuenta que un
pueblo luchó contra una criatura mítica llamada Nian. Esta bestia se parecía a
un buey con cabeza de león, atacaba tanto a personas como a animales y se
aparecía durante la víspera del año nuevo. Sin embargo, Nian tenía una debilidad:
le temía al color rojo, al fuego y a los ruidos fuertes. Es por eso que las
personas comenzaron a colgar carteles, prender fuegos artificiales y a prender
lámparas para ahuyentarlo junto a todo lo malo que podría traer el nuevo año.
Cada año tiene asignado uno de los animales
que pertenecen al horóscopo chino. Según la leyenda, el Emperador de Jade
ordenó que los animales se vuelvan parte del calendario y los 12 primeros en
llegar serían los elegidos. El orden de estos es rata, buey, tigre, conejo, dragón,
serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo, ciclo que se repite
constantemente. Estos animales están separados en dos categorías: el yin y el
yang, en función de si tienen un número par o impar de garras, patas o pezuñas,
y ordenados alternadamente pasando de un animal de la categoría yin a otro de
la categoría yang.
Como parte de la tradición, las familias se
reúnen en la víspera del año nuevo lunar para limpiar los hogares para expulsar
la mala suerte, dejando atrás el pasado, con todo lo malo y viejo, y darle paso
a un futuro nuevo y luminoso. Las personas se visten de rojo, color que
simboliza felicidad, buena suerte, éxito, fortuna y protege contra los malos
espíritus. Las puertas de las casas son adornadas con carteles rojos y figuras
en actitud defensiva que protegen ante un posible ataque de Nian. También se
acostumbra hacer una cena que incluye cerdo y pescado (símbolos de la
abundancia y buena suerte), dumplings (bollos de masa rellenos que se cuecen en
agua o sopa y pueden ser salados o dulces), sopa de pastel de arroz (la cual se
cree que trae buena fortuna), arrolladitos primavera, dulces de arroz y otras
comidas igual de deliciosas.
En el primer día del año nuevo chino, los
mayores suelen regalarle a los jóvenes y niños sobres rojos con monedas para
desear suerte, dinero y buenos deseos. La celebración dura 15 días y suele ser
una excusa para que las personas se tomen vacaciones para poder visitar a sus
familias en sus ciudades natales o simplemente descansar.
El 15° día de los festejos del Año Nuevo Chino
es el Festival de los faroles, celebrando la llegada de la primera luna llena y
el final de las celebraciones. En este día, la tradición indica que se deben
colgar faroles en las casas, las calles, los negocios y en cualquier espacio
público y privado. En las ciudades suelen hacerse desfiles que incluyen
exhibición de artes marciales, música, fuegos artificiales y las tradicionales
danzas del león y desfiles del dragón. Durante este día se suele comer Yuan
Xiao, una sopa dulce con bolas de arroz glutinoso.
Estos festejos no sólo se suelen hacer en China, también se expanden a otros países del continente asiático como Vietnam, Hong Kong, Singapur, Malasia, Corea del Norte y Corea del Sur. En ciudades con una gran presencia de inmigrantes chinos, es común ver los festejos en las zonas donde se concentran esta población. Nueva York, San Francisco, Vancouver e incluso Buenos Aires son lugares donde el año nuevo chino es celebrado como si se tratara de una parte del gigante oriental. En estos lugares, la celebración suele ser una excusa para hacer un desfile donde se muestran bailes típicos, se hacen demostraciones de artes marciales y se preparan comidas típicas de las diferentes regiones de China.